El pasado, presente y futuro de la máquina herramienta reunió a varios centenares de expertos para hablar del «Futuro de la máquina-herramienta y de la industria en Euskadi«, organizado por Debegesa, AFM y el IMH.
Los conferenciantes pusieron el acento en la importancia de la innovación, como requisito inevitable para la competitividad. “La innovación que interesa y que explica el sector es la que aporta novedades de forma sostenible en el tiempo y es útil y competitiva para el sector al que se dirige», destacó Guillermo Dorronsoro, Decano del Deusto Business School.
Expuso que hay seis factores clave para la competitividad: los valores (el fundamental es el respeto al otro, que es el que nos lleva a cooperar, incluso el respeto al fracaso, porque solo así se permite asumir riesgos), la tecnología, el conocimiento, el liderazgo, la cooperación y la velocidad. Destacó también la relevancia de los agentes necesarios para la innovación: universidad, centros tecnológicos y centros educativos; empresas, administraciones públicos; instituciones financieras y de capital riesgo.
Panorama mundial del sector
La máquina-herramienta española progresa por el camino correcto, pero necesita cambios. Es el país europeo en el que el porcentaje de crecimiento de la producción es mayor, «y eso es así porque este sector sí invierte en I+D».
China, el mayor consumidor del mundo de máquina herramienta, está llevando a cabo un cambio en su modelo económico, más centrado en su mercado interno, y eso va a tener una repercusión inmediata en los proveedores del Estado español, la inmensa mayoría radicados en Euskadi. El freno en el consumo chino de este producto, unido a el parón en la demanda de India, van a condicionar el futuro inmediato de las compañías adscritas a la Asociación española de Fabricantes de Máquinas-Herramientas (AFM).
Según esta asociación, las empresas deben intensificar sus esfuerzos de internacionalización en el área americana, concretamente en Estados Unidos, México y Canadá, donde la presencia española no es lo suficientemente intensa como debiera.
Finalmente, los expertos debatieron sobre como marcar el camino que deberían seguir las pymes europeas: invertir y desarrollar el talento y no sólo el técnico; ofrecer un entorno emprendedor; mejorar el networking y relacionarse con su entorno; reforzar el valor de la marca invirtiendo en cuestiones relacionadas con el marketing, teniendo en cuenta que las diferencias técnicas son cada vez menores; enfocarse hacia el conocimiento de procesos/soluciones e incluso aprender a copiar; arriesgar y estar preparados para el cambio.
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